Hace no mucho tiempo se proclamó la solvencia de los bancos europeos, ya que las autoridades participaron en un ejercicio de evaluación de la solvencia de los grandes bancos europeos. ¿Recordamos la farsa llamada los tests de estrés?
Establecieron unas medidas de solvencia para los distintos bancos y evaluaron estos bancos contra las medidas para dar a cada uno su puntuación. Este proceso concluyó en unas auto felicitaciones generalizadas ya que no existió banco importante que no aprobó su examen. Además, para los que se llegaban cortos, les fijaron unos objetivos de incrementos de capital para regularizar su situación. ¡Todos felices!
Cuando se habló de estos tests de estrés, expresé mi preocupación de que el proceso debía seguir un camino riguroso y transparente para que nos creamos de verdad los resultados. En esos momentos dije lo siguiente:
Este proceso merece la pena sólo si cumple tres condiciones:
Las pruebas se basaron en información suministrada por los gobiernos y por los bancos y, como ya hemos visto en el pasado, los gobiernos dan la información que quieren, y los bancos también. Los grandes bancos irlandeses también aprobaron sus pruebas y ahora estamos viendo que su situación está como para que no duren mucho, con o sin aprobación.
Aquí vemos un caso más de que, cuando los gobiernos europeos y sus reguladores se reunen en secreto y nos dan sus pronunciamientos, podemos estar seguros que priman la consecución de sus objetivos sobre la realidad, una razón más por pedir más transparencia no menos. Los gobiernos y los reguladores nos fallaron otra vez.
http://www.elblogsalmon.com/mercados-financieros/los-bancos-irlandeses-tambien-aprobaron-las-pruebas-de-estres
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