NO ES MALO QUE LOS NORTEAMERICANOS RECIBAN LO QUE
DAN
A tenor de las
miles de ceremonias celebadas en honor de los muertos que vivían o trabajaban en
Nueva York el 11 de setiembre de 2001, supongo que si se hubiera producido una
serie de bombardeos como los habidos en Hiroshima, o Bagdad, Trípoli o Vietnam,
los reyes y presidentes de los países plegados al fascismo norteamericano, con
el Borbón y sus descendientes en la cola, tendrían que multiplicar por un millón
su infame presencia, discursos y doble moral mostrados en esas escenas plenas de
oropel, bazofia, disimulo y teatro del esperpento.
Como no rezo desde
hace decenios, ni creo en dioses justos, porque de existir ya habrían derribado
medio mundo con su ejército de ángeles; como no respeto a ese nazi, cómplice de
cientos de casos de pedofilia católica, apostólica y romana, londinense,
irlandesa y española, he rememorado a otras victimas: las provocadas por los
mismos que hacían su papel de comparsas dolientes en el escenario del
autoatentado americano.
¿ESTÁ LIBRE EE.UU, DE SUS PROPIOS ATAQUES?
No ha existido la
minima piedad para cientos de miles, millones de asesinados por el terrorismo
quejicoso cada 11-s. Ningún responso o desfile en honor de esas víctimas
caidas bajo las bombas arrojadas por muchos de los que ayer rezaban al Señor,
en un acto tan repulsivo como ridículo, del que no quiso salvarse ese
Borbón lacrimógeno llamado Juan Carlos (qué mal interpreta el papel de llorón de
telenovela), ni su descendiente Felipe y demás rebaño familiar.
Mucha soflama,
mucho rezo, decenas de discursos, himnos, desfiles de corte hitleriano, para
recordar a los “muertos de Nueva York”. Y es que siempre ha habido clases. La de
quienes únicamente recuerdan a los “de este lado” y la de quienes
nunca olvidamos a las víctimas del régimen “democrático”.
Estas últimas no
vivían ni trabajaban en las Torres Gemelas. Sus chabolas sirven para la
publicidad de las ONG, para los telediarios al servicio de la maldita
caridad, porque nadie homenajea a los pobres.
Los niños afganos,
libios o iraquíes, son futuros terroristas a los ojos de quienes elevaban ayer
sus preces al Bajísimo, a ese Dios de la Muerte y el Dólar, al que Benedicto XVI
implora para que el Vaticano siga siendo la sede del crimen organizado por la
Iglesia de siempre, la misma que creó y aún mantiene la Inquisición de la Casa
Blanca.
SI SE REZA, QUE SE HAGA POR TODAS LAS VÍCTIMAS, NO SOLO
POR AQUELLAS
Imagino que
Stockhausen, el maestro de Zappa, de haber muerto un millón de neoyorquinos en
un ataque desde fuera (que no desde dentro), hubiera soltado una frase mucho
más realista que la se dice pronunció (extrayéndola de su contexto) cuando el
gobierno de Bush ordenó derribar las Torres, para provocar la invasión y expolio
de Irak: “Ha sido toda una obra maestra”.
Y las ceremonias de
las momias de ayer, otra… pero de zafiedad e hipocresía. La consagración de la
barbarie como dueña del destino del género humano.
http://tenacarlos.wordpress.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿NO TIENES NADA QUE DECIR?
No se publicarán mensajes ofensivos, a lo sumo, si el mensaje el publicado se eliminarán los insultos. En ese caso pondré un comentario explicativo. Si tardo mucho en ello es porque no he entrado en el blog en mucho tiempo.