El ultraderechista Mauricio Macri ganó la primera vuelta de las elecciones porteñas del 10 de julio con el 47,1%, superando por casi veinte puntos al senador kirchnerista Daniel Filmus (27,8%), con quien competirá en el ballotage del 31 de julio, pues no alcanzó el 51% de los votos requeridos por ley. El tercer lugar lo ocupó Fernando Pino Solanas, candidato del Movimiento Proyecto Sur, con el 12,8%. Solanas quedó lejos de disputar un lugar en la segunda vuelta. El escenario de polarización previsto por las encuestadoras, tanto del macrismo como del kirchnerismo, se dio, aunque menos favorablemente para el segundo, y Macri, de hecho, ha dado un batacazo si consideramos que de acuerdo a la boca de urna y a las previsiones de la calle, a lo más superaba el 40% en primera vuelta. Pero esta vez supera su propia marca del año 2007, cuando obtuvo el 46% de los votos en esa instancia, y en la segunda vuelta le ganó a Filmus con el 61%.
La polarización electoral que el kirchnerismo trató de imponer ha logrado inducir el voto, tal y como se pretende de las encuestadoras, pero lo ha hecho beneficiando al macrismo, pues el "voto espanto" terminó favoreciendo al PRO. Hay quienes apostaron por la "estabilidad" y refrendaron a la desastrosa gestión macrista, pero también piensan votar por Cristina Kirchner en octubre. En lugar de apostar, mal que bien, a un cambio, lo hacen por la parálisis de nuestra ciudad. Un gobierno que ha inaugurado una sola estación de subte, que despilfarra la plata de los trabajadores en faraónicas obras públicas con sobreprecios de hasta el 200%, que solo sirven para llenarle los bolsillos a Macri, a su familia y a empresarios amigos, como en cualquier gobierno capitalista, pero para peor, corrupto, es decir, no sólo no se va a proponer algo para cambiar la expoliación de nuestra fuerza de trabajo: sino que también, nos roba el doble con los sobreprecios de la obra pública. Ciertamente este sistema ha caracterizado también al kirchnerismo y a su caja "alegre" tal y como denunciara Pino Solanas durante la campaña. Sin embargo, existe una buena parte de los que votaron por Filmus, con quienes compartimos una visión y una idea programática mínima para la Ciudad de Buenos Aires. Estarán engañados por el camuflaje de Filmus, pero, ¿por qué no cambiar la figurita amarilla del PRO por otra?. No sólo desbarrancaría la farsa "gestionaria" del PRO, sino también -y yo siempre digo, ojalá que me equivoque-, la farsa "progresista" K. En definitiva, es el espanto por este gobierno conservador y reaccionario de Mauricio Macri, que ha apaleado a los indigentes, que ha subjecutado todos los presupuestos sociales, el que nos puede unir a aquellos que compartimos, vamos a decirlo así, una cosmovisión de valores en la cual priorizamos la igualdad social, a la expoliación y al robo y la exclusión macrista. Desde ya, tantísimas cosas no resolvería el gobierno Filmus. Pero compartiremos con quienes lo votaron, esos valores, esos ejes progresistas que nos guiaron a votar en contra de Macri.
En este caso, discrepo de la postura de Pino Solanas de dejar en "libertad de acción" a quienes votamos a Proyecto Sur. Por lo menos, debiera haber aclarado que nosotros, si con alguien no vamos ni a la esquina, es con Mauricio Macri. No debiera haber llamado a votar por Filmus. Eso se hubiera dado por decantación. Ciertamente los votos del pueblo, se supone son "libres", pero debería haber una orientación más concisa, de acuerdo a las banderas que nosotros levantamos, que coinciden con otras banderas, quizás no del kirchnerismo "puro" u oficial, sino de los aliados de izquierda y centroizquierda del kirchnerismo, y esas banderas pueden confluir para derrotar al ultraderechista Macri.
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Proyecto Sur ha sufrido una gran derrota. No hay con qué darle. Hace dos años, Solanas era electo diputado nacional con el 24% de los votos. Ciertamente, era un escenario distinto, y ahora tanto Macri como Filmus se han beneficiado de los buenos vientos de la economía nacional, y cuando hay abundancia de recursos -o se percibe eso-, se van a aprovechar. Nada justifica, empero, las idas y vueltas de Pino Solanas en torno a la conformación del Frente Amplio Progresista. Le ha faltado muñeca para le negociación como bien antes mencioné, y ahora, ha apostado por una campaña totalmente cerrada, que se vio reflejada en la conformación de sus listas "hacia adentro", que solo favoreció al Partido Proyecto Sur, al trotskista-reformista MST y al PSA. En tanto, ya los chispazos se hacen sentir otra vez cuando Claudio Lozano (Unidad Popular) y Victoria Donda (Libres del Sur), aclararan que no quieren saber nada con que "los pinos" puedan eventualmente migrar hacia el macrismo en segunda vuelta. Algo que comparto, y que expreso en estas líneas. Macri representa el regreso de la peor hora que tuvo la Argentina, que fué la hora del neoliberalismo noventista. Así como de la "despolitización de la política", a la hora de construir la imagen de un "administrador" más que de un jefe de gobierno que asume la responsabilidad política por sus actos antes el pueblo. Pero como sabemos, de momento, en esta "democracia", el pueblo no gobierna.
La polarización electoral que el kirchnerismo trató de imponer ha logrado inducir el voto, tal y como se pretende de las encuestadoras, pero lo ha hecho beneficiando al macrismo, pues el "voto espanto" terminó favoreciendo al PRO. Hay quienes apostaron por la "estabilidad" y refrendaron a la desastrosa gestión macrista, pero también piensan votar por Cristina Kirchner en octubre. En lugar de apostar, mal que bien, a un cambio, lo hacen por la parálisis de nuestra ciudad. Un gobierno que ha inaugurado una sola estación de subte, que despilfarra la plata de los trabajadores en faraónicas obras públicas con sobreprecios de hasta el 200%, que solo sirven para llenarle los bolsillos a Macri, a su familia y a empresarios amigos, como en cualquier gobierno capitalista, pero para peor, corrupto, es decir, no sólo no se va a proponer algo para cambiar la expoliación de nuestra fuerza de trabajo: sino que también, nos roba el doble con los sobreprecios de la obra pública. Ciertamente este sistema ha caracterizado también al kirchnerismo y a su caja "alegre" tal y como denunciara Pino Solanas durante la campaña. Sin embargo, existe una buena parte de los que votaron por Filmus, con quienes compartimos una visión y una idea programática mínima para la Ciudad de Buenos Aires. Estarán engañados por el camuflaje de Filmus, pero, ¿por qué no cambiar la figurita amarilla del PRO por otra?. No sólo desbarrancaría la farsa "gestionaria" del PRO, sino también -y yo siempre digo, ojalá que me equivoque-, la farsa "progresista" K. En definitiva, es el espanto por este gobierno conservador y reaccionario de Mauricio Macri, que ha apaleado a los indigentes, que ha subjecutado todos los presupuestos sociales, el que nos puede unir a aquellos que compartimos, vamos a decirlo así, una cosmovisión de valores en la cual priorizamos la igualdad social, a la expoliación y al robo y la exclusión macrista. Desde ya, tantísimas cosas no resolvería el gobierno Filmus. Pero compartiremos con quienes lo votaron, esos valores, esos ejes progresistas que nos guiaron a votar en contra de Macri.
En este caso, discrepo de la postura de Pino Solanas de dejar en "libertad de acción" a quienes votamos a Proyecto Sur. Por lo menos, debiera haber aclarado que nosotros, si con alguien no vamos ni a la esquina, es con Mauricio Macri. No debiera haber llamado a votar por Filmus. Eso se hubiera dado por decantación. Ciertamente los votos del pueblo, se supone son "libres", pero debería haber una orientación más concisa, de acuerdo a las banderas que nosotros levantamos, que coinciden con otras banderas, quizás no del kirchnerismo "puro" u oficial, sino de los aliados de izquierda y centroizquierda del kirchnerismo, y esas banderas pueden confluir para derrotar al ultraderechista Macri.
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Proyecto Sur ha sufrido una gran derrota. No hay con qué darle. Hace dos años, Solanas era electo diputado nacional con el 24% de los votos. Ciertamente, era un escenario distinto, y ahora tanto Macri como Filmus se han beneficiado de los buenos vientos de la economía nacional, y cuando hay abundancia de recursos -o se percibe eso-, se van a aprovechar. Nada justifica, empero, las idas y vueltas de Pino Solanas en torno a la conformación del Frente Amplio Progresista. Le ha faltado muñeca para le negociación como bien antes mencioné, y ahora, ha apostado por una campaña totalmente cerrada, que se vio reflejada en la conformación de sus listas "hacia adentro", que solo favoreció al Partido Proyecto Sur, al trotskista-reformista MST y al PSA. En tanto, ya los chispazos se hacen sentir otra vez cuando Claudio Lozano (Unidad Popular) y Victoria Donda (Libres del Sur), aclararan que no quieren saber nada con que "los pinos" puedan eventualmente migrar hacia el macrismo en segunda vuelta. Algo que comparto, y que expreso en estas líneas. Macri representa el regreso de la peor hora que tuvo la Argentina, que fué la hora del neoliberalismo noventista. Así como de la "despolitización de la política", a la hora de construir la imagen de un "administrador" más que de un jefe de gobierno que asume la responsabilidad política por sus actos antes el pueblo. Pero como sabemos, de momento, en esta "democracia", el pueblo no gobierna.
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